[ Entrevista realizada para Unionwep. ¡Gracias compañeros! ] 

Cuéntanos un poco sobre tí y cuál ha sido tu trayectoria. ¿Siempre te has dedicado a la fotografía de bodas?

Ni mucho menos. De hecho, soy relativamente nuevo en el gremio: vengo del mundo del Marketing y el Comercio Electrónico. Ayudé a Ya.com a hacerse mayor, he tenido mi propia Consultora de CRM (Gestión de la Relación con el Cliente) y trabajé para empresas gordísimas hasta que me hice fotógrafo de bodas por vocación y por necesidad espiritual: estaba muerto en vida. De aquella vida solo mantengo la formación como profesor en ICEMD/ESIC y algunos proyectos puntuales de Consultoría de Marketing para quitarme el gustillo.


Hablando de Marketing: acabas de anunciar el primer workshop de Marketing para Fotógrafos junto con Marcin Rusinowski y solo hablaréis de Marketing. ¿Porqué algo así?

En los últimos dos años ha habido un boom increíble de talleres artísticos. La oferta en ese campo es muy extensa y de una gran calidad… pero fuera de lo que es la foto en sí hay un enorme desconocimiento del resto de palancas que hacen que una empresa fotográfica funcione. Y la siguiente más importante, después de unas buenas fotos, es el Marketing. Ahí es donde entra este workshop: puedes ser un gran fotógrafo, pero si no sabes hacer llegar tu producto al mercado, durarás poco.

En mi opinión, hay solo dos preguntas que hacerse en este oficio: ¿qué quiero vender? Y ¿cómo lo quiero vender? El resto viene solo.

¿Dónde vives?

En León, pero es temporal: Dios mediante, este verano me mudaré con Ana Cruz a Chinchón, un pueblo muy mágico a las afueras de Madrid. Allí montaremos el hogar de Masyebra&Cruz.

¿Unas cuántas fotos de boda favoritas que hayas hecho recientemente?

¿Cómo mantienes la motivación y la frescura de tus fotografías?

Trato de evolucionar constantemente como persona, como artista y como fotógrafo. Pero sobre todo, tratando de sentir a cada pareja y dejándome llevar por su espíritu. Es como entrenarse a tope para luego olvidarlo todo y reinventarse en cada trabajo.

¿Quién o qué te inspira en tu vida personal o laboral?

Mi vida espiritual, aunque suene a cliché, es fundamental para mí. Ahí caben muchas cosas: música (Loreena McKennitt, Snatam Kaur), libros (Deepak Chopra), actividades (meditación) e incluso trabajos de gente concreta de nuestro país (www.elblogdemiyo.com). Sin duda, mi mayor y más reciente influencia es Ana Cruz (www.anacruz.es), mi prometida. Compartir esta profesión con alguien al que amas cambia muchísimas cosas. De hecho, lo cambia todo.

¿Qué es lo mejor de ser fotógrafo de bodas?

Dejar para la posteridad un trabajo que les muestra cómo eran cuando se casaron. Qué sentían, cómo se amaban.

¿Cuál es la parte más difícil de tu trabajo?

Pues precisamente eso mismo: hacerlo realidad es de una complejidad tremenda. Y una responsabilidad enorme.

¿Cuál es la parte más fácil de tu trabajo?

Hacer que crean en mí y me contraten: para cuando nos conocemos en persona, ya me conocen de sobra, porque mi trabajo es público y muy, muy personal. Ellos deciden solitos: si les gusta, me llaman. Si no les gusta, ¡pues eso que nos ahorramos ambas partes!

¿Trabajas sólo/a o tienes algún ayudante? ¿Por qué?

En principio trabajo solo, pero puntualmente hago bodas con ayudantes. Si es el caso, su misión principal es aportar fotos al reportaje y aportar un punto extra de tranquilidad a los novios. No espero más de un 5% de fotos suyas, porque este oficio es tremendamente personal.

¿Qué buscan las parejas que contactan contigo?

Una historia en imágenes, mi visión de la jugada, ver sus propias emociones, compartir una experiencia… es curioso: mis fotos al final reflejan una aventura que –como mínimo- escriben tres personas.

¿Qué significa para ti pertenecer a Unionwep?

Unionwep me aceptó como miembro muy al principio de mi carrera, y para mí fue una gratísima sorpresa. Comulgo al 100% con el principio de calidad que mantiene, aún a coste de perder negocio abriendo el directorio a todo el mundo. Es una postura tremendamente valiente. Para mí Unionwep es mucho más que un simple directorio: es un grupo de amigos muy preparados, unidos por una pasión común.

Habiendo tantos campos en fotografía, ¿por qué decidiste dedicarte a las bodas?

Porque es un reto extremo. Es la disciplina fotográfica más difícil que existe: trabajas el fotoperiodismo, la moda, el producto, el retrato… y todo ello en tiempo real, al instante y sin segundas oportunidades. Nunca he trabajado en un contexto tan exigente, y eso me estimula muchísimo.

¿Qué crees que te diferencia de otros fotógrafos de boda?

Pues que Masyebra solo hay uno. Literalmente. Trato por todos los medios que mis trabajos sean muy personales, porque eso crea un sello propio. El resultado gusta o no gusta, pero si gusta, la competencia desaparece. Hay muy pocos fotógrafos que han conseguido eso en España, y yo aspiro a ser uno de ellos.

¿Posado o robado? Cuéntanos cómo te gusta trabajar.

En España seguimos tratando de decidirnos por uno de ellos, pero yo creo que ambos son fundamentales. Y la tercera es “crear” la foto con visión, valentía y paciencia. Tiene sus riesgos, pero cuando lo consigues no hay nada igual… somos creadores de magia.

¿Tienes tiempo para hacer otro tipo de fotografía? Si es así ¿qué fotografía te gusta también, nos podrías enseñar algo?

Me encanta el Boudoir, precisamente porque es más arriesgado aún que las bodas. Máxime en España, donde nuestros fantasmas culturales están bien vivos y coleando. En el Boudoir está todo por hacer, quizás porque el Boudoir es (o debería ser) un enorme homenaje a la feminidad, y en España este tema no lo hemos encajado todavía.

¿Algo que todavía estás aprendiendo?

A vivir en paz conmigo mismo.

¿De qué te gusta disfrutar?

De la vida. Del amor. De mi gente. De la buena onda. De saborear el instante. Vivir mola mazo.

¿Algo que está sobrevalorado?

La importancia que nos damos los españoles. Somos medalla de oro en ego.

¿Algo para lo que estés ahorrando?

El espacio que estamos construyendo Ana Cruz y yo en Chinchón. Va a ser un lugar lleno de magia y sensaciones de buen rollo. Estamos remodelando un viejo lagar, y me gusta pensar que –un siglo después- estamos volviendo a sembrar el espíritu del buen vino allí.

Si pudieras comer con algún famoso, ¿con quién sería?

¿Vale Jesucristo o es muy pretencioso? Aceptaría Deepak Chopra de buen agrado.

¿Dónde te podríamos encontrar un viernes a las 9 de la noche?

Compartiendo un vino con los míos. O una buena cerveza. Algo light, porque los viernes suelo “guardar armas” para las bodas del sábado.

¿Cuál es tu película favorita?

Uffff… ¿una? Venga va: Matrix.

¿Qué música suena en tu reproductor?

Jazz latino, música New Age, Pablo Alborán… y sonidos de la naturaleza. Cada noche nos dormimos con sonidos de ríos, tormentas, bosques, lobos y locuras así.

¿Qué sería lo primero que harías si te tocara la lotería?

Pagar la hipoteca de golpe. Y lo segundo, abrir otro vino con los míos. Y luego, seguir haciendo fotos.

Tres palabras que te describen.

Alegre, descarado y pasional.

¿Un deseo?

Que entendamos de una p… vez que estamos todos conectados. Todos somos uno.

Bloque técnico:

¿Con qué cámara disparas?

Nikon D3s y Nikon D3. Lentes fijas, patas negras sí o sí.

¿Cuál es tu accesorio favorito, aparte de la cámara?

Mi cinturón: un Think Tank con bolsas Skin y dos Spiders. Dicen que voy como un cowboy…

¿Cuál es tu equipo/accesorio de edición favorito, aparte de tu equipo de fotografía?

Lightroom.

¿PC o Mac?

Mac. El PC me costó una millonada en disgustos y tiempo perdido. Si la gente del PC echara cuentas, demandaría a Microsoft por robo masivo de tiempo.

¿Qué consejo le darías a otros fotógrafos de boda que están comenzando?

Estoy al 100% con Pablo Costa: Marketing, marketing y más marketing. No somos solo fotógrafos: somos además empresarios que trabajan con la magia y las emociones. No hay que confundir el Marketing con el mercadeo barato o “vender la moto”: hay que hacer buenas fotos, pero también hay que saber encontrar y transmitir tu propia identidad para ser reconocible y único. Eso sí es Marketing.

¿Qué pieza de equipo te gustaría conseguir que aún no tienes?

Una enorme chimenea para nuestra futura casa: el fuego aglutina gentes y une corazones. Y templa el espíritu.

Más información sobre el trabajo de Luis Masyebra en su web: www.masyebra.com

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