Creo firmemente que la primera labor de todo ser humano es ser feliz. Es nuestro trabajo principal. Digo trabajo, sí, porque es fundamental hacer acciones conscientes, concretas y tangibles que vayan haciendo mella (positiva) en tu felicidad de forma natural y constante para salir del impás vital al que nos solemos acostumbrar. Es la diferencia entre «vivir dormido» y «vivir despierto».
Por muchas razones que seria largo de explicar, 2019 ha sido un año de muchos cambios para mí. Ha habido no solo muchísima reflexión y análisis, sino también decisiones concretas que han modificado mi estilo de vida e incluso mi lugar de residencia. Te propongo diez factores que deberías observar en ti mismo a la hora de hacer una «lista de los deseos» REAL para el año que comienza. Y no: adelgazar y dejar de fumar no están en la lista.
Iré de lo más externo a lo más interno. Responde con sinceridad y no te mientas: al fin y al cabo, tu vida está literalmente en juego…
Vamos allá:
1. Vibración y Sensaciones
¿Qué vibración tiene tu vida? ¿Tus días y tus ritmos son intensos, agresivos, tranquilos…? Y lo más importante: ¿Qué sensaciones te producen? ¿Eres feliz en reglas generales, o vives una vida llena de tensiones?
2. Entornos
¿En qué lugares te mueves la mayoría del tiempo? Sea ciudad, zona residencial, pueblo o naturaleza, ¿te gustan las cosas que ven tus ojos a lo largo de todo día? ¿Te gustan los lugares donde transita tu vida?
3. Gente
¿Te gusta la gente que te rodea? ¿Tenéis conversaciones interesantes a menudo? No los juzgues, porque todos (¡todos!) somos igual de sagrados, pero sí pregúntate: ¿mi gente me aporta, o simplemente los acepto por defecto porque vienen en ‘el pack’? Prescinde de la gente que no esté en tu frecuencia, sea quien sea.
4. Trabajo
¿Te gusta tu trabajo? ¿Disfrutas? ¿Creces con él como persona? ¿Qué te aporta realmente?
5. Dinero
Pepe Múgica dice algo muy obvio y sabio: todo lo que compramos lo compramos con «tiempo de vida», que es el esfuerzo que dedicas a ganar el dinero que te ha permitido comprar los objetos que posees. La pregunta es sencilla: ¿estás invirtiendo bien tu tiempo de vida?
6. Escucha a tu cuerpo
El cuerpo no solo tiene su propia inteligencia, sino que tiene su propio lenguaje. Te habla. Y si no te enteras, se estresa. Y si todavía no te enteras, enferma. ¿Escuchas a tu cuerpo? ¿Qué te dice? ¿Tu actividad lo mejora o lo empeora? ¿Lo alimentas de forma consciente (y no hablo solo de comida)?
7. Tus emociones
Obsérvate durante una semana entera y apunta las veces que estás en una u otra emoción. No entres en las causas, solo en la emoción que sale. ¿Cuál es más común? ¿Puedes mantener de forma sostenida las buenas y dejar que fluyan las malas, o te pierdes con frecuencia en tu propio laberinto mental y emocional?
8. Actitud
¿Cuál es tu actitud ante la vida? ¿Crees que La Matrix te domina y que todos somos víctimas del sistema de forma inexorable, o crees que hay opciones de ser feliz en esta sociedad? Más sencillo: ¿tiendes más al optimismo o al pesimismo? Pues que sepas que esa energía son los ladrillos con los que estás construyendo tu realidad. Ahí lo dejo…
9. Tener un Norte
Un norte no es un objetivo. Es un p’allá, un ‘más o menos por ahí’, una visión de futuro que se basa mucho más en las sensaciones que quieres experimentar, que en las formas y acciones concretas de que se compone esa realidad. Un ejemplo: mi norte puede ser desear tener un trabajo que se base en «sanar a la gente»; esa visión genérica e incompleta tiene muchas más probabilidades de éxito si dejamos al universo cierta holgura para colocar las piezas del puzzle que la harán realidad. [ALERTA SPOILER] La vida es mucho más inteligente que tú. Prepárate para recibir magníficas y muy imaginativas soluciones que jamás te habías planteado… 😉
y 10. Estar en la Confianza
Una de las asignaturas más difíciles de todas. Estar en la Confianza no es confiar; confiamos desde el juicio y la expectativa de que las cosas van a salir «como YO quiero», creyendo saber cuál es la ‘mejor solución’ desde nuestra limitada y egocéntrica visión de ese torrente imparable, incontrolable y mágico que es la Vida. Estar en la Confianza es saber que la vida nos traerá exactamente las circunstancias perfectas que nos ayudarán a ser más felices… si nos trabajamos por dentro. Y así se cierra el círculo.
Respondiendo a esos diez factores tendrás una visión muy completa de tu Momento de Vida para poder decidir qué cambios son pertinentes, urgentes y necesarios en tu vida actual.
Para acabar, tres sencillas reglas de cómo llevar a cabo esos cambios:
- Acepta que lo único constante en la vida es el Cambio. Pues cambia poco a poco, pero cambia.
- Céntrate en las sensaciones para decidir qué aspectos debes cambiar, no en los objetos, ni las personas, ni los trabajos. Tu brújula es intangible, pero muy, muy precisa. Prescinde de todo (y todos) lo que genere malas vibraciones y toxicidad.
- Somos tribu. Apóyate en tu entorno íntimo, trabaja en equipo y exprésate con libertad, respeto y asertividad. Hacer las cosas en compañía y respeto mutuo no solo es mucho más eficaz y eficiente, sino que cataliza la felicidad de forma exponencial.
¡Échale huevos y no seas idiota! Al final del cuento, ¿cómo vas a hacer feliz a los tuyos si no tienes felicidad que repartir?
¡Feliz 2020!
Disfrutad.